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El blog del Nómada

Personal

Suspenso

A menudo, y generalmente en verano, hay días e incluso semanas que están ahí simplemente de puente entre períodos de gran actividad (física y/o emocional). Ahora estoy en este mi tercer periodo-puente del verano, que imagino que durará hasta septiembre. Estos días podrían ser mas soportables si no me hubiese dado cuenta de que los vivo en suspenso con vacío que ocupa todo mi ser, y que para tratar de llenarlo un poco tenga que proyectarme al pasado o al futuro inmediato.
Espero que estos días tengan su función. Creo que permiten aprovechar al máximo los periodos que enlazan.
Próximo objetivo: acortar esos puentes.
Cómo? Le preguntaré a Donnie Darko que me enseñe a utilizar los agujeros de gusano...

La vuelta de la Summer University

La vuelta de la Summer University Hola a todos aquellos que tienen la sobrenatural paciencia de seguir viniendo a este blog con a menudo la vana esperanza de encontrar algún nuevo post. Me parece que alguien dijo algo así como “Bienaventurados los pacientes”, no sé.
Pues bien, aquí estoy, de vuelta de los exámenes, de vuelta de Polonia, y de vuelta de todo. He dormido unas cuantas horas (todas ellas en fase R.E.M., porque necesitaba recuperarlas), me he bañado en la piscina, he jugado con Sky...Y me he puesto a recordar las dos semanas previas a hoy. Bueno, qué os puedo decir, salvo aconsejaros sinceramente que si tenéis oportunidad el verano que viene, os vayáis a una Summer University con la asociación AEGEE.
Sin embargo ahora vienen los días menos buenos: volver a oír hablar español por todas partes (o inglés pero sin acento, por Benidorm); se come a las 14h00 y se cena a las 22h00; recuerdas las conversaciones, las risas, los bailes, los saltos, la col y los kebabs de por la noche; recuerdas a la gente, especialmente a aquellas personas con las que más has compartido durante esos días...Pero entonces te dices: “Joder, si queremos de verdad, podemos volver a vernos muy pronto, en cualquier otro lugar de Europa”. Y sonríes, y aunque permaneces menos feliz que en la SU, eres más feliz que antes de la SU. Por qué? Por la experiencia de conocer un nuevo país, nueva gente, nuevos grandes amigos y amigas, nuevas costumbres...Y por ver que, aunque el mundo es muy grande, es lo suficiente pequeño como para entendernos y para saber que ha surgido algo especial entre todos.

Carretera de Junio

Carretera de Junio Este mes va a ser una sinuosa y nocturna carretera cuesta arriba, con algún que otro posible imprevisto. Espero no encontrarme con un animal cruzando la vía, ni un coche desbocado bajando de frente invadiendo mi carril.
Confío en que nos veamos todos durante el trayecto, pero lo que realmente deseo es reencontrarnos todos al final de la subida donde, de hecho, para mí es un misterio lo que me (nos?) espera...

Haciendo click sobre estas palabras podréis descargaros la banda sonora de este post...

De concierto

Escuchando otro conciertazo en directo pero no en vivo, en este caso de PJ Harvey en el Primavera Sound, gracias a la gran labor que hace una emisora (no diré cuál, aunque ya lo sepáis) por la música en este país; escribo esto. No sé si fue por el cansancio del día y de la semana, por el agobio que se va a acumulando exponencialmente con cada día que pasa, pero el viernes por la noche estuve allí, en el Festimad, escuchando a Ben Harper and the Innocent Criminals. Es cierto que estaba metido en la cama físicamente, pero cerrando los ojos no tenía que hacer demasiado uso de la imaginación para verme allí sintiendo la energía positiva que emanaba de aquel escenario. Puede que fuera por un gradiente favorable de energía positiva de afuera hacia adentro de mí, pero allí me veía saltando, cantando y abrazando a quien fuera que tuviera al lado. Luego la mente me jugó la mala pasada de devolverme a la realidad de mi sábana y mis cuatro paredes. Quise negarla, pero no pude. Entonces lloré.

Sin negar la realidad ahora, sí quiero intentar transmitir algo de la energía positiva que sentí el viernes por la noche...

Letras de Ben Harper – With My Own Two Hands

Proyectos

Estoy harto de no escribir en la página web. No quiero abandonarla, ni pienso hacerlo. El problema es que no escribo no porque no tenga tiempo, sino porque, aunque sienta la necesidad de hacerlo, busco fuera e incluso dentro de mí algo que decir, muchas veces en vano. A veces, como esta noche, escucho o leo o bien hablo con gente que me activa y me da un impulso para lanzarme a añadir un artículo más en la página, como por ejemplo este.
Quiero que este verano sea algo especial. Por muchas razones. Es el verano de mi graduación, y por tanto el verano de los “hasta pronto, espero” y por desgracia puede que sea el verano de algún adiós...aunque espero que no ocurra, pero la experiencia dice que algunas personas importantes para mí seguirán un destino completamente divergente al mío y se irán por una carretera secundaria de la vida. Estoy hastiado de que fallen mis planes y mis proyectos. Que yo sepa no tengo cara de coyote ni persigo a ningún correcaminos, así que no sé por qué fallan tan a menudo. Esperemos que este verano no ocurra...Por ahora la cosa va bien encaminada: Varsovia, Nueva York, Palma de Mallorca...alguno no fallará espero! Otra razón también es haber superado con un sobresaliente el bache de primeros de Mayo. Puede parecer una tontería, pero resulta algo importante para mí.
Es demasiado pronto aún para hacer algún tipo de balance del curso o incluso de la carrera entera. Falta la época de exámenes y lo que es más importante: las cervezas post-examen en el bar de la Ari. También falta el acto de graduación, y por supuesto la cena...Entonces puede que eche la vista atrás cual anciano en su lecho de muerte (qué simil más triste). Tengo que escribir algún cuento.

Madrugada del Jueves Santo

Madrugada del Jueves Santo Son las 2h40 de la madrugada del 9 de abril de 2004. madrugada de Jueves Santo, La noche de la Madrugá de Sevilla y no sé qué más. Hoy es un día especial; pero los que me conozcan un poco sabrán que la razón no es su significado religioso. Llevo muchísimos (demasiados) días sin escribir en este cuaderno de viajes, y la verdad es que me arrepiento enormemente. Ha sido un error por mi parte considerarlo desde un principio como un simple soporte para relatar meros cuentos sin ninguna o prácticamente ninguna relación con mi vida, pero ya me he dado cuenta de eso. Os agradezco a algunos que me hayáis animado a continuar con este pequeño proyecto, porque, sinceramente, sentía un inmenso vacío que me impedía plasmar mis sentimientos o incluso mi propia imaginación. Os lo agradezco porque, sin duda, en estos momentos estaría durmiendo y estas líneas probablemente jamás las habría escrito.
Sin embargo, el desencadenante del hecho de que esté esta noche frente a la pantalla ha sido la serie de sentimientos que me han invadido a lo largo de toda esta tarde y noche. Ha sido un viaje de sensaciones de euforia y de felicidad, de plenitud y de confianza, de sociabilidad y de entendimiento. Un viaje de madurez y de introspección. Un viaje de sinceridad. Hoy han nacido dos amistades que, por mi parte y en mi corazón, se han anclado fuertemente en mi interior. No tiene sentido darle importancia a la sensación de que estas amistades deberían de haber nacido mucho antes, porque en cuatro años ocurren muchas cosas y probablemente no era como soy hoy; y probablemente, aunque se hubiera presentado la ocasión de conocernos hace tanto tiempo, no habríamos entablado amistad ni entonces ni sin duda hoy. Así que, no tengo ni un ápice de amargura de tiempo perdido. Ha nacido hoy, y por eso me siento feliz. Cuidemos esta relación, que merece la pena.
Días como hoy son los que ayudan a las personas a encontrarse a si mismas y a situarse en el mundo. Sin todos vosotros, amigos, estaría perdido en el vacío de la soledad, porque “somos seres sociales”.
Un abrazo. Os quiero.

Por casualidad

Hoy el chofer del autobús tenía puesto cuando me subí a las siete de la mañana el “A Rush Of Blood to the Head”, me imagino que por casualidad. No me he dado cuenta de ello hasta pasado un rato por casualidad, cuando ha comenzado la canción “Green Eyes”, pues estaba aún medio dormido y además el chofer normalmente pone “La Jungla”, por lo que no suelo prestarle atención a la radio.

Por casualidad, en mi somnolencia, he recordado la última vez que escuché esa canción y ese recuerdo se ha entremezclado con el sueño que mi cerebro comenzaba a evocar. Menos mal que, por casualidad, el autobús a frenado bruscamente en un momento dado y me he sobresaltado, asomándome por encima del onirismo nostálgico en el cual estaba enfangándome. Ha resultado además que, por casualidad, tenía el discman a mano...¡y encima con pilas!

He decidido pues salir totalmente de la ensoñación nostálgica de antes para caer en otra más real, más actual, con la banda sonora de Lost in Translation. Con este disco, he tenido, y no ha sido por casualidad, mi dosis diaria de sensación de soledad con la cual afronto con optimismo el resto de la jornada.