Alegría...gratis?

No le entendían en la escuela, no le entendieron sus compañeros en la Universidad, y ahora pedía comprensión al jurado. El veredicto despejó todas las dudas: seguía sin ser comprendido y por eso lo volverían a encerrar en su celda acolchada desprovista de cualquier conexión con el exterior. Puede que en el sanatorio acabara por encontrar alguna mentalidad hermana que sí pudiera aceptarlo.

Y es que la nueva sociedad forjada por la mano de hierro de la multinacional Gobierno Mundial S.A. no podía entender ni tolerar una alegría que no fuera producida por alguno de sus productos patentados. La felicidad originada por escuchar un gato ronronear, por presenciar un nuevo amanecer o incluso por un beso regalado, eran graves atentados contra la nueva humanidad.

Agradecimientos a Kaveri por su aportación inestimable a este microrrelato

5 comentarios

[Cherno - 12 de noviembre de 2005 - 20:34]

che, qué bueno que en España también la conozcan a Mafalda (y que les guste).
muy bueno tu blog.

[Gea - 02 de junio de 2004 - 23:29]

o eso prefiero pensar yo.

[Gea - 02 de junio de 2004 - 23:28]

Siempre hay alguien por ahí que nos entiende

[oroD - 01 de junio de 2004 - 18:55]

Sin saber muy bien por qué, este cuento me recuerda a Un mundo feliz...

[kaveri - 01 de junio de 2004 - 01:22]

de nada... yo sólo pasaba por ahí.